Reserva de la Biosfera

​Una Reserva de la Biosfera es una zona de ecosistema terrestre, costero y marino o estos en combinación, cuyo valor único, por su diversidad biológica y cultural, necesitan que se preserve y que se encuentre una armonía entre conservar este espacio y que la población humana y sus actividades (sociales y económicas) se integren sin dañarlo. Las reservas son espacios donde se estudia el desarrollo sostenible mediante la integración de la población con la naturaleza.

Las primeras reservas de la biosfera fueron establecidas en 1976, aunque posteriormente han evolucionado en el concepto y en el enfoque. En España hay una Red de Reserva que cuenta con 52 reconocidas. En Canarias, ¡tenemos siete! Una de ellas es la Reserva de la Biosfera del Parque Rural de Anaga.

El Macizo de Anaga conforma el pulmón del área metropolitana de la Isla de Tenerife, posee una belleza única e inigualable que tenemos la suerte de encontrar a pocos minutos desde la zona urbana. Su diversidad natural, social y etnográfica ofrece al visitante innumerables opciones con las que disfrutar. Tan pronto podemos encontrar una agradable charla con sus gentes, en cualquiera de los caseríos, como pasear por cualquiera de la red de senderos que conforman la zona o disfrutar tan solo del paisaje, agrestes montañas, rocas y playas de arena negra hacien de la Reserva una visita obligada, tanto para turistas y visitantes como para los propios habitantes de Tenerife.

El 9 de junio de 2005 es la fecha en la que el Macizo de Anaga fue nombrado Reserva de la Biosfera. Esta zona está comprendida entre los términos municipales de Santa Cruz, La Laguna y Tegueste. 

Anaga se ha diferenciado por mantener sus tradiciones, ejemplo vivo de agricultura, la ganadería, la pesca y la artesanía. En la actualidad destaca sus dinámicas y proyectos de recuperación de cultivos y del turismo. Hay que destacar que dentro de la Reserva hay tres “figuras” el parque Rural de Anaga, Tres reservas naturales -que son El Pijaral, Los Roques de Anaga e Ijuana-, además de dos Zonas de Especial Protección para Aves, cuatro Zonas Especiales de Conservación (ZEC) terrestres y dos marinas y por último ocho Bienes de Interés Cultural (BIC). 

El Macizo es un edificio volcánico, uno de los más antiguos de la Isla, y en él habitan diversidad de especies y ecosistemas, al igual que en la franja marina que lo circunda. La actividad erosiva ha hecho que la zona esté conformada por numerosos barrancos.

El Monteverde de Anaga está formado por laurisilva y fayal-brezal, y la zona cuenta, además, con bosques termófilos (palmerales en San Andrés) y muestras de cardonal-tabaibal en la costa. Sus especies cultivadas son tan particulares que las hemos nombrado en su correspondientes apartados (viñas antiguas, batatas, papa borralla, mangos, aguacates, …). La fauna destaca por su alta composición de especies diferentes, con una gran variedad de aves, reptiles, peces y mamíferos.