La morena pertenece al grupo de los anguiloformes (también el congrio y la anguila) que pertenece a la familia de los Muraenidae. Es un pez de forma alargada, que se asemeja a una serpiente, su forma le da facilidad para ocupar cuevas entre las rocas marinas donde vive. Mide entre 40 centímetros y 1 metro de longitud, aunque la mayoría de los ejemplares no superan los 60 cm. Su piel es viscosa y resbaladiza de color muy oscuro, casi negro y no presenta escamas. Lo que sí tiene son unas características manchas blancas, como un vestido de lunares. Sus dientes son muy afilados y están enmarcados en una boca bastante grande. La morena solo se encuentra en las islas de la Macaronesia (Azores, Madeira, Islas Salvajes, Cabo Verde y Canarias). Existen diferentes clases de morena, algunas de ellas son la morena picopato, la morena verde, la morena pintada… Las más frecuentes son la morena papuda y la morena negra.
La morena se alimenta de peces pequeños, pulpos y crustáceos y tiene hábitos de caza nocturna, por el día suele estar tranquila en su cueva. Como dato curioso, comentaremos que en Canarias existen diferentes técnicas de pesca de morena, uno es una trampa que se llama “tambor de morenas”, otra técnica es la de utilizar un pulpo como cebo al ritmo de una canción que es entonada por el pescador. El grupo musical tinerfeño Los Sabandeños ha rendido homenaje así a esta técnica de pesca dándole letra en su canción “El pescador de morenas”. Parte de su letra dice así: “Iba cantando, te vi morena por un momento clavé mis ojos en ti, pero tu cuerpo se hundió en la arena dibujó una “S” y pensé que me estabas diciendo sí. Yo iba tranquilo por la vereda, llevaba un gancho y comencé a silbar, pero mis voces y mis llamadas no consiguieron hacerte salir. Entonces pensé que tu cuerpo se enroscaba en un coral, llamándote descubrí que sólo el eco de mi voz sentí. ¡Oh, morena, oh!, seguí llamando. ¡Oh, morena, oh!…”
La carne de la morena es muy sabrosa y aunque permite varias preparaciones, en Canarias se suele cocinar frita. Para esta receta solo necesitaremos un buen aceite y harina para rebozarla y, si se quiere, ajo, sal y perejil. Es necesario cortarla en trozos, que se limpiarán y se secarán antes de echarla a la sartén una vez esté salada y remojada en harina. Se debe freír en aceite muy caliente. ¡Y a disfrutar!
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