Subidón de adrenalina

Ya hemos visto que el deporte por excelencia en Anaga es caminar. Ningún grupo de deportistas es tan numeroso –aunque cada vez nos crucemos con más runners– como los senderistas, los paseantes que con paciencia ascienden o descienden por los senderos. Sin embargo, si algo caracteriza la sociedad de hoy es la búsqueda de nuevas y mayores emociones que pueden encontrarse no solo paseando sino escalando algunas de sus cimas. En Anaga, hay varios roques escalables, algunos con diferentes vías. En la isla son varias las escuelas de escalada que ofrecen toda la información, formación, material y profesionales para practicar este deporte, que no puede llevarse a cabo en cualquier lugar por los distintos grados de protección que tiene el territorio.

Algo parecido sucede con el barranquismo, el Río Superior o Llano Frío son lugares a los que es mejor acceder con profesionales. Son muchas las escuelas en las islas que ofrecen estas excursiones, que nos acercarán a rincones a los que no se puede acceder solamente a pie. En los casos nombrados, se trata de rincones situados en altura y orientados al norte, por lo que el contacto con la laurisilva es total y, dependiendo de la época del año, nos hará bajar paralelos a cursos de agua o atravesando pequeñas pozas.

¿Y ver Anaga desde arriba o desde el mar? 

¿Quién se atreve a disfrutar de la belleza de Anaga desde arriba? Porque también se pueden sobrevolar estas playas y montañas en parapente. En Santa Cruz de Tenerife, las empresas GGaparapente y FlyTenerife ofertan sobrevolar Anaga en vuelos tándem, sin necesidad de tener conocimientos ni material de ese deporte.

Lo contrario a ver Anaga desde el cielo sería navegarla. Y el Centro de Deportes Marinos de Tenerife es el lugar ideal, cursos para jóvenes y mayores, residentes y visitantes que pueden aprender a navegar, a bucear, a hacer kite surf, windsurf… y otras opciones a precios asequibles y en unas instalaciones situadas casi en el centro de Santa Cruz de Tenerife.