El gofio canario es un alimento que se obtiene de cereales tostados y molidos, generalmente trigo o millo (maíz). Ya lo consumían los aborígenes canarios, en la época prehispánica y actualmente se considera un alimento referente de tradición e identidad canaria.
El consumo del gofio se ha extendido desde el Archipiélago hasta los más diversos confines del globo. Está presente en el Sáhara Occidental, en Cabo Verde, Cuba, Estados Unidos, Nicaragua, Venezuela, Uruguay o República Dominicana, entre otros, debido a la emigración de habitantes de las islas en periodos de carestía. Estos canarios emigrantes tenían como provisión indispensable el gofio, ya que podía conservarse durante mucho tiempo. En otros países, puede recibir nombres como: cofio, pinol, fororo o garfia.
En sus inicios, los guanches, de origen bereber, llamaban al gofio actual, ahoren; en Lanzarote y Gran Canaria, lo llamaban gofio, término que ha perdurado hasta hoy. Tradicionalmente, para la elaboración del gofio se usaba el molino de piedra manual. Una vez el millo o el trigo estaban tostados se empleaban piedras de basalto. Hoy la elaboración se ha industrializado.
El tostado del grano es lo que caracteriza al gofio respecto al resto de las harinas. El tostado del cereal facilita la digestión del gofio y dependiendo del tipo de cereal y del tiempo de horneado, tendrá un color más o menos amarillo y un sabor más o menos intenso. El gofio es fuente de proteínas, fibra, minerales, carbohidratos y vitaminas que refuerzan el sistema inmunitario y proporcionan energía.
¿Cómo nos comemos el gofio?
El consumo de este producto puede hacerse de múltiples formas: los aborígenes lo consumían amasándolo con agua y sal o con frutos secos. Actualmente, la forma de consumirlo ha variado mucho y se usa incluso para platos dulces. Normalmente el gofio se añade a la leche, al potaje o al caldo (de pescado o de carne), lo que se conoce como escaldón o gofio escaldado.
Otra de las recetas más populares de gofio es la “pella o pelota” como acompañamiento de las comidas, o mezclado con miel. Pero también hay recetas más modernas como bizcochos, mousses, helados
Se utilizaba, en su versión tradicional, un zurrón para amasarlo. En Canarias, el zurrón es un contenedor hecho en piel curtida de baifo o cabrito, que también se utilizaba como pequeño recipiente para guardar y transportar utensilios.
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