Santa Cruz, un destino gastronómico que enamora a los turistas
La capital tinerfeña concentra la mayor cantidad de bares y cafeterías de la Isla y tiene censados más de 290 restaurantes en los que disfrutar de cocinas de todo el mundo. Por eso los turistas eligen la ciudad.
La ciudad es el segundo lugar más visitado por los 2,3 millones de turistas que recibe Tenerife al año y la gastronomía es una de las motivaciones principales de su viaje.
La gastronomía es uno de los principales atractivos turísticos de Santa Cruz. Así lo corroboran los miles de turistas que cada día visitan la ciudad y aprovechan para disfrutar del buen tiempo en una de sus terrazas o hacen un alto en alguno de sus restaurantes para explorar la identidad local saboreando la cocina canaria o apostar por la originalidad de múltiples propuestas temáticas de todos los rincones del mundo.
Durante el último año, alrededor de 2,3 millones de turistas se alojaron en establecimientos hoteleros o extrahoteleros de Tenerife. Santa Cruz fue el segundo lugar más visitado de la isla, sólo por detrás del Parque Nacional del Teide, y la gastronomía, uno de los motivos principales del viaje, según los datos de la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias. Además, la capital es el principal destino en el segmento de viajeros canarios. El municipio duplica las estancias de isleños que registra Adeje y triplica las de Arona. Sin duda, estas cifras no están motivadas solo en la búsqueda de una oferta de ocio sino que los viajes por trabajo, estudio o por cuestiones sanitarias juegan a favor de la capital.
Del total de turistas que recibe Tenerife a lo largo del año, un 9% se aloja en Santa Cruz. Tres de cada diez de estos huéspedes son extranjeros, en su mayoría alemanes. De los otros seis, tres son canarios y tres vienen de otras comunidades autónomas. De media, gastan 120 euros diarios y se quedan 9 días. A diferencia de los municipios del sur de sol y playa, donde la mayoría de los turistas buscan descansar y son seducidos por la comodidad, y el precio, del todo incluido, en Santa Cruz el 90% de las estancias solo incluyen el desayuno. Esto brinda una enorme oportunidad de negocio a la hostelería de la ciudad, ya que, cada día se suman a los comensales locales una media de 5.000 turistas hambrientos de experiencias gastronómicas para el almuerzo y la cena.
Santa Cruz de Tenerife es el kilómetro cero de una isla turística a la que la pandemia golpeó con fuerza pero que ha logrado recuperar en este primer semestre la pujanza que tenía en 2019, cuando recibió 2.518.417 turistas. Estos se desglosan en los segmentos de alojados en Santa Cruz, que fueron 232.762 personas; excursionistas provenientes de otras zonas turísticas de la isla, 1.796.446 personas; y 489.208 cruceristas. El Ayuntamiento de Santa Cruz estima que el gasto total de dichos turistas, en el año 2019, fue de 111 millones de euros, generando en la ciudad 16.543 empleos relacionados con actividades turísticas.
La propuesta hostelera con la que la ciudad recibe a los visitantes es de las más diversas y atractivas de la Isla. Constata esta afirmación el hecho de que Santa Cruz sea el municipio con más bares y cafeterías de toda la provincia occidental y que sus restaurantes luzcan todo tipo de reconocimientos en forma de soles Repsol, recomendaciones de la guía Michelin y premios a establecimientos, chefs, pasteleros y profesionales de sala tan reputados como los del Salón Gastrocanarias, el congreso Madrid Fusión, el decano Diario de Avisos, la guía Qué Bueno! Canarias y muchos más.
Algunos de sus locales son tan pintorescos como los kioscos de las céntricas plazas El Príncipe o Weyler; emblemáticos como el Viva María, con sus refrescantes batidos; clásicos como La Garriga y El Imperial con sus bocadillos, e incluso los hay devenidos en eje de la vida social de la ciudad como el renovado Atlantis, ubicado en los bajos del Casino tinerfeño.
Es muy probable que en la barra de uno de sus 957 bares o en la mesa de alguno de sus 259 restaurantes te cruces con un turista disfrutando, por ejemplo, del exotismo de un barraquito o de un plato que dará sabor a sus recuerdos del viaje. El área de Turismo del Ejecutivo canario analizó el valor que le dan los visitantes a ese tipo de experiencia gastronómica. El estudio de reputación, que se publicó en 2018, demostró que los turistas llegaban al Archipiélago con un interés muy relativo en los placeres de la buena mesa. Solo un 15% mostraba inquietudes sobre la oferta de restauración en la fase de planificación de su viaje. No obstante, la valoración de la cocina local alcanzaba un notable (8,5 sobre 10) al finalizar su estancia y más de la mitad de los visitantes se convirtieron en prescriptores de los restaurantes isleños, en especial, de los del segmento de alta cocina. En concreto, 48% de los turistas nacionales y 58% de los turistas extranjeros admiten que la gastronomía es uno de los motivos por los que vale la pena venir a Canarias.
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